en una panadería familiar de Sabiñánigo.No es un proceso a la vieja usanza,hay
una demanda constante que requiere la ayuda de maquinarias modernizadas y
más actuales.A pesar de todo, su elaboración sigue teniendo ese toque de antaño,
un aroma más "casero" y el cariño que le pone el panadero local,que dista mucho
de las grandes producciones a nivel industrial.
Día a día...madrugón trás madrugón,ahí esta José Luis con su ropa blanca,impregnada
de harina,levaduras y agua.Después de largas horas de trabajo,nos ofrece ese pan
caliente,crujiente,aromático...¡el pan nuestro de cada día!.
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